Comunismo: La secta política

comunismoCuando era jovencito y veía alguna película sobre la guerra fría o la lucha contra el comunismo en general, no entendía a qué venía tanta fobia y miedo al COMUNISMO.

«Sólo es una opción política más, no son delincuentes, criminales o terroristas… Desde luego, estos americanos cómo exageran las cosas».

Eso es lo que pensaba entonces. Pero ahora, gracias a la ayuda inestimable de PODEMOS, lo he comprendido del todo: El comunismo es una FARSA que se aprovecha de la ignorancia (al menos política) de la sociedad para vender SUEÑOS IMPOSIBLES que, finalmente, arruinan a toda la sociedad y a cada una de las personas que la componen.

Por eso, el COMUNISMO debería ser ERRADICADO como una IDEOLOGÍA SECTARIA más, en la línea de las sectas religiosas, que sólo buscan la manipulación de sus participantes, en busca de otros intereses ocultos: Dinero, poder,…; o simplemente la necesidad de notoriedad apoyada en una ignorancia supina y una irresponsabilidad social sin límites… Eso sí, paradójicamente, sus líderes gozan de una verborrea excepcional que enmascara de forma magistral todo su montaje teatral.

Si la gente no reacciona a los razonamientos (ya sea por cerrazón o por incapacidad), sólo hay un camino democrático y legal para acabar con ellos: Obligar por ley a cumplir los programas electorales en un plazo máximo, siempre dentro de las legislaturas... Los «contadores de cuentos» como los comunistas de Podemos u otros «mindundis», como los que quieren «aliar civilizaciones» (Zapatero) u otros que se disfrazan de una opción (derecha) para después actuar de cualquier otra cosa (Rajoy)…. tendrían los días contados.

Por lo tanto, ¿a qué esperamos para reclamar leyes que obliguen a los partidos a cumplir íntegramente sus programas electorales bajo la presión de sanciones economías e incluso PENALES que los pudieran llevar incluso a la cárcel? Sería el fin de todos estos estafadores políticos que engañan directamente (PP) o que utilizan la demagogia para engañar a millones de personas (PSOE, Podemos); y finalmente, arruinan a toda la sociedad, desde todos los puntos de vista.

2 Comments

  1. Bueno, el mismo argumento que utilizas para desacreditar el comunismo es el que está impregnado en todo el texto. Escribes como un dogmático y un oscurantista. No das más que un conjunto de verborrea y opiniones contra tu enemigo público, olvidas que la retorica y las ilusiones vendidas son propias de casi todos los sistemas políticos, no del comunismo exclusivamente, entonces, ¿por qué sólo luchar por erradicar a éste y no a la mayoría?.

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    1. Hola Sócrates,

      Tienes razón al decir que no expongo el PORQUÉ de mis conclusiones acerca del comunismo y sus aliados… He pecado pensando que lo que yo veo muy obvio y razonable, lo es para todo el mundo. Pero antes de explicar mis conclusiones acerca del comunismo, sólo indicarte que te equivocas al decir que mis críticas son sólo hacia el comunismo.

      La conclusión de este escrito es que deberían existir leyes que castigaran a los políticos mentirosos, con multas importantes e incluso penas de cárcel si no lograban sus promesas. E incluía a partidos como el PP, que no es ya de derechas pero tampoco se le puede considerar comunista, precisamente. Es decir, ya que valorar la perversión de una u otra ideología es un tema muy subjetivo (visto lo visto), tendríamos que aferrarnos a los puntos más objetivos y el no cumplir un programa electoral y no obtener los resultados PROMETIDOS debería ser digno de un castigo, muy severo si la mentira o el fraude electoral fuera muy evidente e importante (millones de parados, deuda enorme, etc.)

      Y ahora las explicaciones acerca de porqué considero que el comunismo no es una ideología política más, sino un movimiento sectario de consecuencias muy destructivas en la población (como cualquier otra secta más, sólo que ésta es más epidémica). Y no me voy a extender mucho. Sólo expondré una única razón, pero muy evidente y aplastante.

      El comunismo ignora e incluso desprecia el MÉRITO PERSONAL…, venga de donde venga. Pero si el mérito es heredado (inteligencia, dinero, poder, etc.) entonces el desprecio es máximo… E incluso aunque sea heredado, NINGÚN HOMBRE tiene derecho a despreciar a otro sólo porque es mejor que él, aunque sus ventajas sean de ese tipo, heredadas… A eso se le llama PURA ENVIDIA. Y la respuesta a la envidia debe ser tajante y si me lo permites, brutal. Hay que EDUCAR a los niños en una filosofía de UNIÓN HUMANA (no, no es comunismo) donde se explique las ventajas de los otros son, en gran parte, nuestras propias ventajas y lo mismo con los defectos o inconvenientes. Y que además eso es recíproco… Sí, es el «Uno somos todos y todos somos uno» (de nuevo, eso no es comunismo). Es cierto que ese pensamiento es muy subjetivo, casi un acto de fe. Pero es un pensamiento que viene abalado por muchas circunstancias humanas (buenas y malas) y, lo más importante, nos permite vivir SOCIALMENTE sin tener que forzar la SOLIDARIDAD, que es el problema esencial del comunismo y que desemboca como empezaba este párrafo: El desprecio absoluto al MÉRITO PERSONAL… Y ese desprecio acaba en una sociedad de ACOMODADOS en el mejor de los casos, o de VAGOS y ENVIDIOSOS en el peor… Y esa sociedad decadente se realimenta a sí misma, como puede verse en TODAS las sociedades donde el comunismo (o su hermano pequeño el socialismo) impera: Pura ruina, decadencia social de personas “vegetales”, pobreza generalizada… gente sin esperanzas…

      Te aconsejo una película muy exagerada, crítica con el social-comunismo, pero que cada día parece menos exagerada, puesto que sus implicaciones se ven cada día… La película se llama «Idiocracia» («Idiocracy», en inglés). Venezuela es un gran ejemplo de que la realidad supera la ficción: Era un paraíso, con poder, riqueza… y ahora es un país destrozado. La realidad casi siempre supera la ficción, en este caso de forma muy dramática.

      Para acabar, sólo comentar que la derecha, cuando no es cobarde, mentirosa o acomplejada (PP) explica sin miedo que la VIDA ES DURA y hay que luchar para ser feliz… (la gran obviedad que la izquierda siempre niega). Pero claro, es muy difícil de vender (democracia) que debemos trabajar duro para ser felices… Es mucho más fácil decir (engañar) a la gente diciéndole que tiene algo que se llama «derechos» que, en realidad, no significa nada pero que «vende mucho» (demagogia). Por esto, el error esencial de la izquierda no está ni mucho menos en la derecha…, en la derecha real, no la mentirosa y cobarde.

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